Respuesta inmunitaria especifica frente a antígenos


El sistema inmunitario específico frente al antígeno es un sistema que se genera de manera aleatoria, se regula de forma coordinada y es inducible y activable e ignora las proteínas propias pero responde de forma específica a la infección y protege frente a ella. Cuando no actúa adecuadamente, la respuesta inmunitaria puede quedarse sin regulación, estimularse en exceso, descontrolarse, reaccionar frente a proteínas propias, no responder o responder de modo insuficiente a las infecciones y llegar a convertirse en causa de patogenia y enfermedad.

Las moléculas del anticuerpo y del receptor del linfocito T (TCR, del inglés T-cell receptor) análogas al anticuerpo reconocen antígenos y actúan como receptores para activar el crecimiento y las funciones de las células que expresan esa molécula. Las formas solubles de anticuerpo en la sangre y los líquidos corporales o la forma secretada en las mucosas pueden inactivar y promover la eliminación de toxinas y microbios, en especial cuando están en la sangre.


Inmunógenos, antígenos y epítopos

Casi todas las proteínas y los glúcidos asociados a un microorganismo infeccioso, ya sea una bacteria, un hongo, un virus o un parásito, se consideran ajenos al hospedador

humano y pueden inducir una respuesta inmunitaria. A una proteína o un glúcido que es suficiente para iniciar una respuesta inmunitaria se le llama inmunógeno.

Un antígeno es una molécula reconocida por un anticuerpo específico o por el TCR de los linfocitos T. Un epítopo (determinante antigénico) es la estructura molecular real que interactúa con una sola molécula de anticuerpo o un TCR.


Linfocitos T

Los linfocitos T se distinguieron en un principio de los linfocitos B por su capacidad de unirse a hematíes de cordero a través de la molécula CD2 y formar rosetas.

Estas células se comunican a través de interacciones intercelulares directas y con citocinas. Los linfocitos T se definen por el uso de anticuerpos que distinguen las moléculas de su superficie celular. Las proteínas de la superficie del linfocito T son 1) el TCR, 2) los correceptores CD4 y CD8, 3) las proteínas accesorias que promueven el reconocimiento y la activación, 4) los receptores para citocinas y 5) las proteínas de adhesión.

Todas estas proteínas determinan los tipos de interacciones intercelulares en el linfocito T y, por tanto, sus funciones.

Desarrollo de los linfocitos T

Los precursores del linfocito T dan lugar continuamente a linfocitos T en el timo. El contacto con el epitelio y las hormonas del timo, como la timosina, la timulina y la timopoyetina II, promueve una proliferación y diferenciación extensas de la población de linfocitos T del sujeto durante el desarrollo fetal.

Linfocitos T g/d

TCR g/d reactivo frente a metabolitos microbianos Respuestas locales: residente en sangre y tejidos

Respuestas más rápidas que linfocitos T a/b

Producen interferón g; activan células dendríticas y macrófagos

Linfocitos T a/b

CD4: TCR a/b reactivo frente a péptidos en el MHC II

en la célula presentadora de antígeno Activados en ganglios linfáticos después se hacen móviles 

Las citocinas activan y dirigen la respuesta inmunitaria

(TH1, TH2, TH17)

Además, citotóxicos mediante interacciones Fas–ligando

de Fas

Linfocitos Treg CD4 CD25: controlan y limitan la expansión de la respuesta inmunitaria; promueven la tolerancia y el desarrollo de linfocitos memoria

CD8: TCR a/b reactivo frente a péptidos presentados

en MHC I

Activados en ganglios linfáticos por la célula dendrítica, después progresan al tejido

Citotóxico a través de perforina y granzimas e inducción de la apoptosis mediante Fas–ligando de Fas

Además producen citocinas análogas a los linfocitos CD4

Linfocitos NKT: TCR a/b reactivo frente a glucolípidos (micobacterias) en moléculas CD1

Matan células tumorales e infectadas por virus similar a linfocitos NK 

Proporcionan apoyo temprano a las respuestas antibacterianas.


Activación de los linfocitos T CD4 y su respuesta al antígeno

La activación de las respuestas de linfocitos T vírgenes la inician las CD y después las expanden otras APC. Los linfocitos T cooperadores CD4 se activan por la interacción del TCR con el péptido antigénico presentado por las moléculas de la clase II del MHC en la APC.

La interacción se ve fortalecida por la unión del CD4 a la molécula de la clase II del MHC y la unión de las proteínas de adhesión del linfocito T y la APC.


Linfocitos T CD8

Los linfocitos T CD8 incluyen los linfocitos T citotóxicos (CTL) y los linfocitos supresores. Los CTL forman parte de la respuesta TH1 y son importantes para eliminar células

infectadas por virus y células tumorales. Los linfocitos T CD8 también pueden secretar citocinas del tipo TH1. Se sabe menos sobre los linfocitos supresores.

La respuesta CTL se inicia cuando los linfocitos T CD8 vírgenes en el ganglio linfático son activados por las CD presentadoras de antígeno y por citocinas producidas por los linfocitos T CD4 TH1, incluida la IL-2.


Linfocitos NKT

Los linfocitos NKT son como un híbrido entre los linfocitos NK y los linfocitos T. Expresan un marcador del linfocito NK, NK1.1 y un TCR a/b. Al contrario que otros linfocitos T, el repertorio de TCR es muy limitado. Pueden expresar CD4, pero la mayoría carece de moléculas CD4 y CD8 (CD4−CD8−). 

El TCR de la mayoría de los linfocitos NKT reacciona con moléculas CD1, que presentan glucolípidos y glucopéptidos microbianos. Tras su activación, los linfocitos NKT liberan grandes cantidades de IL-4 e IFN-g. Los linfocitos NKT ayudan en las respuestas iniciales a la infección y son muy importantes para la defensa frente a infecciones micobacterianas. 


Linfocitos B e inmunidad humoral

El componente molecular primario de la respuesta inmunitaria humoral es el anticuerpo. Los linfocitos B y las células plasmáticas sintetizan moléculas de anticuerpo en respuesta a la provocación con el antígeno. Los anticuerpos proporcionan protección ante una nueva provocación de un microorganismo infeccioso, bloquean la propagación del microorganismo en la sangre y facilitan la eliminación del microorganismo infeccioso.

Para conseguir estas tareas debe disponerse de un repertorio increíblemente grande de moléculas de anticuerpo que reconozcan el enorme número de microorganismos infecciosos y moléculas que desafían nuestro cuerpo.

CARACTERÍSTICAS DE LAS INMUGLOBULINAS

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